El cuarto de la serie entre Real Madrid y F.C Barcelona es el juego donde parece que hay más fútbol y menos tensiones, y a pesar de que el Madrid luce un ambiente derrotista en general, su lucha no carece de dignidad y de momentos lúcidos. Sale con un punta neto como Higuaín, otro móvil como Cristiano y dos creativos como Di María (junto a Casillas el mejor madridista en los 4 partidos) y Ozil. El partido se juega, pese a todo, bajo la batuta de Barcelona, que poco a poco inclina el campo con la capacidad de su defensa y sobre todo la brillantez mental y corporal de su medio campo, que tiene recuperado a Iniesta, eventual pieza clave en el desarrollo del juego. No hay grandes acciones al principio, pero Messi y compañía empiezan a obligar a Casillas al lucimiento, de tal modo que en un ritmo semilento y cansino, Barcelona termina el primer tiempo sobre Madrid.
En el segundo tiempo un Madrid aún más decidido pone condiciones explosivas y se va hacia el frente tanto en defensa como en ataque. La presión de la primera línea, que tan buenos momentos le dio en la Copa del Rey y en momentos del anterior partido, funcionaba aún mejor por la presencia de elementos picantes y con sapiencia al frente, en vez del torpe perro de presa que es Pepe. El riesgo existía y fue levantado por Barcelona, que recuperó una pelota cuando mejor jugaba Madrid y en veloz y cerebral jugada, Iniesta habilitó perfectamente a Pedro, que anotó con serenidad y decisión, un tanto merecido para el ánimo y los golpes sufridos por el joven canterano azulgrana.
Barcelona sigue en lo suyo, y el 3-0 global pesa demasiado y modifica los planes madridistas, sin embargo, llega el empate en jugada de Di María que remata Marcelo.
A partir de ahí, Barcelona maneja el encuentro casi a placer, el balón corre de un lado a otro y Cristiano Ronaldo corre más que su propia frustración. Pasan los minutos y Barcelona se califica a la final de la UEFA Champions League de nuevo, otra vez en Wembley, donde hace 19 años lograse su primera orejona, justo cuando mi afición por el futbol comenzaba, y ese equipo dejaría su impronta clavadísima en mi persona.
Cuando esto se redacta definitivamente, Barcelona ya ha logrado su tercer título de La Liga española consecutivo, 11 en los más recientes 21. Siguen los triunfos de una historia que avanza día con día.
viernes, 13 de mayo de 2011
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