lunes, 27 de junio de 2011

Canción de amor

Uno de los aspectos más impresionantes de la música es su poder de asociarse a diversos sentimientos. Toda la gama emocional del ser humano pasa por sus paisajes y construcciones.

El amor es uno de ellos, inspirador de muchísimas canciones, desde las más ñoñas hasta las más desgarradoras. Toda la constelación de situaciones y vivencias amorosas puede tratarse con música y letras.

En esta ocasión quiero hacer un paralelismo entre tres versiones de una misma canción, que abarcan diversas facetas de "lo que llaman amor".

Love Song, de The Cure, es una estupenda canción de amor, que en su versión original nos muestra una versión lánguida y entregada de ese sentimiento, podemos notar la devoción un tanto triste que se muestra por la persona amada.

Una serie de cambios en los arreglos, respetando por completo la melodía original, nos hacen cambiar la sintonía de la canción, en esta versión del grupo 311. La versión nos hace pensar en el lado más brillante y bonito del amor, dulce y entregado, sin ese dejo de tristeza que posee la versión original.

Más cambios en los arreglos, aún respetando la melodía, nos ofrece esta otra versión del proyecto industrial Snake River Conspiracy. Aquí el amor toma el color de la obsesión, abandona toda dulzura y se nos ofrece con un ánimo perverso y amenazante, usando exactamente las mismas palabras que las otras dos versiones.

El amor nos hace capaces de sacar lo mejor y peor de nosotros mismos, y aunque se trate del mismo sentimiento básico, sus múltiples facetas no conocen mayor control que el que nosotros mismos podemos intentar sobre él.

viernes, 24 de junio de 2011

A propósito de Babasónicos

Durante la década de los 2000´s los Babasónicos retiraron un tanto las experimentaciones lisérgicas y el rock duro a veces cercano al metal de su repertorio compositivo, sin abandonarlo nunca por completo. Esto les ha costado comentarios sobre su abandono del rock, sin embargo, se puede afirmar con soltura que Babasónicos sigue manteniendo el sistema de valores que caracteriza al género, entendiendo también que una buena parte de la definición de un género tan expandido es la actitud del intérprete y compositor.

Desde Jessico se afianzó la búsqueda de un maridaje con ciertos elementos de la musica pop, aunque siempre desde su estilo afincado en los 60´s y 70´s con grandes toques modernos en cuanto a la participación de sintetizadores con notorio tratamiento de la música electrónica actual. La parte lírica se encargaba de rescatar los valores del rock, incluso mediante la crítica directa, como en Pobre Duende.

Rolas que vistiendo la piel del pop o de la balada, poseen un alma rockera, que buscan romper con las convenciones, que proclaman amor propio y carácter, que buscan convencer a la mujer de abandonarse a un trance que no incluya al amor. En fin, rolas con actitud.

Babasónicos libra la batalla del rock usando las armas del pop, contra el pop que se ha disfrazado de rock y trata de ejecer ese salvoconducto. Su nuevo disco, A Propósito, continúa por ese camino, pero muestra ciertas combinaciones musicales que ya no solían verse de manera tan directa, y que guiñan a etapas de su anterior tramo como Trance Zomba, Dopádromo y Miami.

Esto no quiere decir que ese estilo sea el predominante, pero noto afanes experimentales en canciones como Flora y fauno, Tormento y la muy bailable en concepto y logro, Muñeco de Haití. En otros casos se mantiene la tónica de la etapa más cercana, como en Deshoras.

Una gran diferencia entre su anterior disco Mucho, y éste, es el tratamiento general de las temáticas. Aunque en ambos discos existe el desenfado y el coqueteo fuerte, en Mucho había tal cantidad de afanes románticos al punto de pronunciar las palabras “Desconfío que me entiendas de verdad, y la verdad es que te amo”; mientras que en este disco escuchamos menciones a la despedida, como “por ahora tengo ganas de estar solo, y me me queda poco tiempo de ahora en más. Lo que dure mi recuerdo en tus ojos, y cuando parpadees, no estaré más”.

Personalmente me gustó mucho el disco, creo que este grupo tiene aún mucho que mostrarnos y diferentes formas de interpretar sus valores sobre la música, la seducción y la moral. Eso si, reconozco que me hubiera gustado un poco más de rock formal, como la rola de Fiesta Popular.

viernes, 13 de mayo de 2011

4 de 4 y la justicia existente

El cuarto de la serie entre Real Madrid y F.C Barcelona es el juego donde parece que hay más fútbol y menos tensiones, y a pesar de que el Madrid luce un ambiente derrotista en general, su lucha no carece de dignidad y de momentos lúcidos. Sale con un punta neto como Higuaín, otro móvil como Cristiano y dos creativos como Di María (junto a Casillas el mejor madridista en los 4 partidos) y Ozil. El partido se juega, pese a todo, bajo la batuta de Barcelona, que poco a poco inclina el campo con la capacidad de su defensa y sobre todo la brillantez mental y corporal de su medio campo, que tiene recuperado a Iniesta, eventual pieza clave en el desarrollo del juego. No hay grandes acciones al principio, pero Messi y compañía empiezan a obligar a Casillas al lucimiento, de tal modo que en un ritmo semilento y cansino, Barcelona termina el primer tiempo sobre Madrid.

En el segundo tiempo un Madrid aún más decidido pone condiciones explosivas y se va hacia el frente tanto en defensa como en ataque. La presión de la primera línea, que tan buenos momentos le dio en la Copa del Rey y en momentos del anterior partido, funcionaba aún mejor por la presencia de elementos picantes y con sapiencia al frente, en vez del torpe perro de presa que es Pepe. El riesgo existía y fue levantado por Barcelona, que recuperó una pelota cuando mejor jugaba Madrid y en veloz y cerebral jugada, Iniesta habilitó perfectamente a Pedro, que anotó con serenidad y decisión, un tanto merecido para el ánimo y los golpes sufridos por el joven canterano azulgrana.

Barcelona sigue en lo suyo, y el 3-0 global pesa demasiado y modifica los planes madridistas, sin embargo, llega el empate en jugada de Di María que remata Marcelo.

A partir de ahí, Barcelona maneja el encuentro casi a placer, el balón corre de un lado a otro y Cristiano Ronaldo corre más que su propia frustración. Pasan los minutos y Barcelona se califica a la final de la UEFA Champions League de nuevo, otra vez en Wembley, donde hace 19 años lograse su primera orejona, justo cuando mi afición por el futbol comenzaba, y ese equipo dejaría su impronta clavadísima en mi persona.

Cuando esto se redacta definitivamente, Barcelona ya ha logrado su tercer título de La Liga española consecutivo, 11 en los más recientes 21. Siguen los triunfos de una historia que avanza día con día.

viernes, 29 de abril de 2011

Uno tras otro, tres de cuatro

1 de 4 y triunfo merengue en el empate.

El Barcelona jugó tranquilo, un tanto a medio gas. Mourinho sabe copar y trabar el juego catalán y su impronta descendiente de esa naranja mecánica, de un fútbol total. Se puede considerar un triunfo: mientras las oleadas azulgranas se estrellaban en la represa de un medio campo blanco firmemente anclado, los latigazos merengues parecían causar mayor daño. Así fue la tónica de un primer tiempo trabado y con oportunidades más claras para Real Madrid, a pesar de un dominio lento de Barcelona..

Segundo tiempo, y el engaño parece caer. De pronto Barcelona da un latigazo y Albiol comete penalti con respectiva tarjeta roja sobre Villa, que convierte con seguridad y eficacia Messi. Así como cae el gol, el Barcelona se solaza en el toque y el movimiento, en dinamismo redondo. Pero deciden bajar los decibeles del concierto, y el talentoso Ozil ingresa a tomar el mando por los blancos, su gran calidad pone mayores condiciones blancas, lo que aunado al ritmo descendente azulgrana acerca el balón a la meta catalana en varias ocasiones, algunas falladas lastimosamente por Adebayor y Pepe. Finalmente en un desborde de Marcelo, Dani Alves lo forcejea y ante su caída, el árbitro marca penalti, cobrado con maestría y mamonería por Cristiano Ronaldo. La afición merengue del bar donde estoy festeja como si fuera un triunfo y a mí no me queda más que irme a la pary, con un regusto amargo.

2 de 4 y otro empate que se rompe en el alargue, de nuevo victoria madridista.

La final de la Copa del Rey en Mestalla ofrece algunas variantes: la ausencia de Puyol por Barcelona y la presencia de un tercer medio de contención merengue, en la forma del fuerte y agresivo Pepe, que neutraliza la creación y el futbol total catalán. Hay una tónica similar a la del juego de liga, que parece dar razón a Mourinho en su disposición de cerrar el campo, aunada a los contrataques que generan cierto peligro. A pesar de ello en ratos Ozil y Di María, los creativos blancos, parecen secarse ante la marca barcelonista.Villa y Messi no están finos, tienen llegada pero no pegada. Mourinho saca su as bajo la manga y presiona la salida, adelantando líneas y cerrando aún más el campo. Eso provoca los mejores momentos madridistas en toda la serie. El juego se alarga y se tensa, favorable al antipático entrenador portugués, que no sabe de otra para vencer al Barcelona. Pedro anota y lo anulan, airadamente reclamado pero al parecer justamente anulado. Se acaba el tiempo regular y en los extras vemos un poco más de ambos cuadros, y la falla en la señal televisiva del bar en el que estoy me priva de mirar el gol de Cristiano Ronaldo que le otorgó la Copa a Real Madrid, eventualmente derramada por Sergio Ramos y destrozada por el camión durante los festejos. Humillación grande para Ramos, pero aún mayor para Barcelona, derrotado e incapaz de marcar ante Casillas, que se hizo grande ante varios disparos y confirmó su clase mundial.

3 de 4 y la caída del muro blanco.

Juego de ida de semifinales de la Champions en el Santiago Bernabeu. Madrid llega con la moral alta y su entrenador sigue su táctica de enlodar el desarrollo de la telenovela, a base de ironías y teatralidades. Pep Guardiola mordió el anzuelo y cayó en los dimes y diretes, que calentaron de sobremanera el entorno del juego. Juego aún más tenso y denso que los anteriores. Barcelona se afana en su estilo de juego y algunas descoordinaciones en el medio campo blanco, que contaba nuevamente con Pepe como destructor insignia, causan peligro. Villa está un poco más embalado pero sencillamente no acaba de cuajar y es notoria la ausencia en ataque de Iniesta, así como en defensa la presencia, seguridad y aplomo de Puyol, que sigue manteniendo de hijo a un Cristiano Ronaldo ansioso y desbordado por el entorno y el estilo rácano de su entrenador. Golpes y más golpes de ambos cuadros, juego físico y endurecido, la escenografìa es completamente favorable al plan de juego de Mourinho. Al inicio del descanso se desata una trifulca y Pinto, arquero suplente de Barcelona se va expulsado.

En el segundo tiempo observamos una variante, otra vez Madrid sube sus líneas y presiona la salida y el toque de Barcelona, quien falto de recursos, nervioso y un tanto fastidiado, empieza a desconcentrarse y comprometer y perder balones. Ozil, otra vez secado por el medio campo azulgrana, cede su lugar a Adebayor en búsqueda de mayor potencia física, y justo cuando la situación parece favorecer al muro blanco, su cabeza de hacha cae. Pepe es expulsado por una entrada alta y con los tacos por delante sobre Alves. Se puede considerar rigorista pero en mi percepción Pepe empuja la pierna con mayor fuerza una vez realizado el contacto, y su fama de bruto irrespetuoso lo precede y lo empuja a las regaderas. En un juego de astucia contra astucia, mientras Madrid pone las patadas, Pep dispone las caídas dramáticas y por fin consigue su cometido. Mourinho abandona el campo también expulsado por ironizar sobre la situación al árbritro, y el teatro blanco parece caer. En Barcelona ingresa Afellay por Pedro, golpeado cruenta e inadvertidamente por Marcelo, quien se desgastó mucho y resintió el desborde del recién ingresado hacia la banda derecha. Centro oportuno, remate de Messi y el candado merengue estaba abierto. Gol gritado desde el fondo del coraje y con sabor a triunfo definitivo. Un hombre menos y un gol menos para Madrid, y la confianza azulgrana se eleva. Empieza su tiki taka, sus toques a granel, ante la mayor cantidad de espacios y menor de moral madridista. En uno de esos toques Messi se escapa por el centro, logra penetrar el centro de la defensa en vertiginosa y bien perfilada carrera, que culmina en un toque sutil a la salida de Casillas, y un golazo que da la vuelta al mundo y enfila a Barcelona hacia la final de la Champions League.

Aún falta el cuarto episodio, pero se ve muy complicado para Madrid. Si se abre y busca el juego en casa de Barcelona, es probable una derrota hinchada y humillante; si sigue cerrado, parece muy complicado aspirar a un triunfo cuando se ha buscado con ardor el empate y el enfangamiento del juego. A Mourinho no le queda más que quejarse y señalar errores arbitrales del pasado, tratando de restar mérito a Guardiola en sus victorias, mientras que Pep parece recuperar el aplomo y la serenidad en sus declaraciones.

martes, 19 de abril de 2011

Regreso

Volver a ser el mismo que se es desde siempre y no se había sido por seguir siendo el mismo que desde hace poco se era. Y es el mismo wey y todo, pero distinto en los lugares desde los que se apoya: éste en colchones suaves pero inestables, con base de miedo y un poco de dulzura, y el otro en la libertad, tan temida y tan fea a veces.

Datos personales

Estoy loco, soy loco. Pero soy funcional, la máscara funciona.