viernes, 11 de julio de 2008

A mi Diosa Fuyu

A tí, que besas con toda el alma y muy poco cuerpo, entregué mi pasión desde pequeño. Consagraste mi fuerza y mi poder en la esencia de las batallas que desde entonces libro durante ciertos días, y que por lo menos siempre he ganado, aunque a veces sea por margen muy breve y a costo de dolores y golpes. Pese a todo, siempre está mi roja máscara y mis trémulas piernas agitándose frente a tu némesis, a quien necesito para vivir. Pero sabemos que tú eres mi pasión, mi deseo más inaudito e irreconocible. Te disfrazas y te vuelves blanca, gris, azul, morada, transparente. Yo siempre te reconozco y sonrío con dolorida expresión. Me cargas en tus brazos y te recito letanías muy breves usando mis castañuelas blancas.

De repente me canso y entro en recogimiento, retiro tu aliento de mi piel y mis entrañas. Es que una relación tan estrecha puede dejarme tan lleno de ti, que deje de ser yo, y al no ser yo ya no pueda adorarte con mi ser, que por lo visto es lo único que tengo, aparte de mi amor. A pesar de mis anhelos más nocturnos y más aislados, no me incrustaré para siempre en ti hasta que llegue el momento que ignoro y que secretamente ansío, pero voluntariamente contengo; pues sólo te disfruto como tú me disfrutas: cómo una paleta o un trago de agua, cómo una caricia venenosa en mi cuello.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que artishta

Jo dijo...

donde puedo hallar esa diosa
concede milagros? o solo puros sacrificios?

Shellwyz dijo...

Viene desde el norte, aunque a veces desde el sur.

En mi caso concreto es el norte.

El sacrificio es el milagro.

Atte: el artishhhta (esperen exposición conceptual)

Datos personales

Estoy loco, soy loco. Pero soy funcional, la máscara funciona.